lunes, 15 de octubre de 2018

Rutina



El piano salmón intenta remontar
al ruido río del motor del abutobús
y mientras en la victoria del placer
la obsesión mata neuronas en mi oído.
Corro a casa para despedir con un beso
al turno de noche, este mes los impares.
Corro a casa para verle y no sólo acordarme
en la cena con la empanada que dejó hecha,
exquisita como siempre
pero por dejadez no lo digo
porque la rutina cansada
Agota y ya habrá otra vez.
En la taquilla o en el armario
la ilusión doblada bajo las batas.
Y si el azúcar me sabe a poco
subo a glutamato
o subo el sonido de los cascos
porque no me voy a quedar sordo.
Y si el pitido en los oídos
no me deja dormir
disponible el tomar medio trankimazin.
En la rutina una solución global,
seguir como si nada.

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