jueves, 24 de diciembre de 2009

Antínoo (septiembre 2008)

La estatua sólo llora cuando hay luna llena -¡No logro el agua en mí mismo! Ni siquiera un recuerdo vivo de aquellas donde me hallé completo...- Sus lágrimas son el reflejo del astro en las blancas mejillas -Aún recuerdo el Río...-. Si la noche es nueva la estatua llorará en silencio. Ni los sonámbulos ni los ávidos soldados advertirán su llanto si no tocan su figura, fría y serpentina. Si la noche es nueva sus labios de piedra tallada, perfectos e ingenuos, quedarán esta vez secos de lágrimas, y siempre sedientos de otro hado. Si llora, sus lágrimas las secará el sol de la mañana. De nuevo, nadie sentirá lástima si en la luz sólo reluce su silueta inexpresiva. Y nadie reparará en sus ojos tan blancos y tan puros, espejos de su sentimiento callado. Nadie sentirá su corazón trémulo y etéreo tras la piel marmolina, dura e impasible. Esperará el paso de las multitudes, y a que pasen los días. Sueña que ojalá fueran miradas delicadas porque cada mirada adusta talla su alma, sin cambiar su efigie tallada. Luego otra vez llegará la noche. Otra vez hallará el frío. Y otra vez se quedará sola.
Porque ella es el silencio no se oye nada en el domo. -¿Brillará esta noche la Luna?-.

Carta a Zeus (verano 2008)

Querido Zeus:

Lo sabemos todo. No puede engañarnos más. Sabemos que lo que Prometeo le robó no fue el fuego, sino la cafeína. Del mismo modo sabemos perfectamente sus motivos por los que cambió ligeramente la historia. Es innegable que así queda mucho mejor, menos humillante para usted, y mucho más épica para el pobre Prometeo. Cambiando de tema, también sabemos que aunque hay varias versiones del mito, unos dicen que lo liberaste de nuevo, y otros que lo liberó otro titán que era hermano de no se quién. Y no es así. El pobre Prometeo lleva amarrado en el Cáucaso cerca de cuatro mil años, y todos los días viene un águila y le come el hígado, pero como es titán, le regenera. Sinceramente, una gracia para Prometeo. Pero como eres un Dios y nadie pone en duda sus decisiones divinas, no hemos dicho nada hasta ahora, en el que ha surgido un problemilla que es el verdadero motivo por el que le enviamos esta carta. El águila ha muerto. Se veía que ya estaba mayor, pero cuando el forense le hizo la autopsia vio que el verdadero motivo de la muerte era un infarto. De nuevo, le digo que no pretendo poner en duda su capacidad de crear así como sus decisiones, pero si crea la obesidad no debería haber hecho que un águila se pasara tanto tiempo comiendo sólo hígado.

Con el paso del tiempo, empezamos a notar por sus hipidos cómo cada vez le costaba más subir la montaña volando, y alguna vez optó por el teleférico, y así de camino evitaba accidentes y problemas con las compañías aéreas. Y sin faltarle el respeto a su Gracia Divina, que para un águila tan mayor los montes caucasianos son demasiado, que no le costaba nada poner a Prometeo un poco más al nivel del mar, que sabemos que lo hizo como parte del castigo, para que viviera en soledad, pero total, la familia dejó de visitarlo a diario hace unos 3.460 años. Pero de nuevo le digo que nadie aquí abajo pone en duda sus decisiones. Ahora la familia viene menos, pero llaman por teléfono. Se nota que la mujer está también mayor.

Lo que queremos saber es si ahora que el águila se ha muerto, y que ha pasado mucho tiempo desde lo del robo, lo que debemos hacer con el hígado y con Prometeo en conjunto, y sin ánimo de quitarle poder de decisión, si está usted sopesando la idea de soltarlo, y dejarlo vivir tranquilo con su hígado y con su familia. Le informo de que si lo que le preocupa es su actitud le digo con toda seguridad que se ha reformado y madurado, y que no volverá a hacer las locuras que hacía cuando joven al principio de los tiempos. Además, si como Dios bondadoso le preocupa qué será de él, le expreso igualmente que no es problema, que en el tiempo que lleva encadenado se sacó la carrera de derecho y la de dirección y administración de empresas, cursos de idiomas entre los que destacan inglés, coreano y arameo, y uno de punto de cruz. Como regalo del mismo Prometeo le adjuntamos con la carta un jersey que ha hecho con los pies con gran maestría, ya que nunca se sabe el tiempo que hace allá arriba, en el cielo.

Por supuesto si su Gracia Divina cree que todavía no ha aprendido el castigo, infórmenos para que así podamos sustituir al animal cuanto antes. Y si es esa su decisión valore la idea de inscribir al águila a algún tipo de actividad física y a una dieta, para evitar lo que le pasó a la primera.

Esperamos su respuesta y para que podamos cuanto antes seguir con nuestras actividades terrenales.


Delegación Olímpica del Monte Elbrus.

Piazza San Pietro (marzo 2009)

Lo escribí antes de pisar Roma.

Es el resto de una gran ballena. Una osamenta milenaria blanca y gris civilizada con el tiempo desde que los fantasmas la bañaron en los mares del oro y de los falsos diamantes y rubíes.

Son los restos abandonados de vetustos navíos, que reclaman sedientos las hazañas del pasado.

La plaza se extiende a lo largo y ancho dentro de la ballena. Tiene la serenidad bajo las multitudes como un gran meteoro antiguo tachado en su cima. Parece estar excavado en la roca ahora serena. El centro lo recorren de cardo a decúmano pétreos canales áulicos de los mármoles mundiales, que tiempo atrás pagaron tributos traicionados. Brillan por la sangre ahora seca de los que impidieron el levantamiento del coloso. El arquitecto no pudo huir en vida de la belleza de su creación, que le atacaba en sueños. El único que sentía la vida terrenal y la crueldad de los guerreros que luchan por la eternidad en ella. Ellos son los enemigos de su primer rey, el que los armó sus caballeros, corruptos con los ojos vendados… y los desviados que se libraron de esta red, ¿por qué ojos veían, qué corazón sienten? Pero esta es ya otra historia…

Expiraciones II

Será La ausencia de Sol,
o la presencia de Luna,
o ambas,
que mirando a la altura
miro en el corazón
sintiendo
despertar esta gracia
engullendo la risa,
mi pena
y El alma… Esta brisa
serena a los guardias
del sueño.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

El Sueño, en dos partes.

Laberinto

Un ojo extático y Otro lacrimoso
Duermen…

Escena y media

La imperfección pura que el cuerpo apresa
cuando el cerdo ebrio irrumpe, calla.
Después del son ingrávido de carretera,
de gas hosco y del humo, continúa.
El cuerpo arañado y tieso busca
en el ruido de las aspas su nana.
Cada roca que pasa tiene, en sus noches verdes,
menos violines y más grillos envenenados.

*
-Un turco cualquiera ha huido de la queja-
Qué decirte, criatura. Te despiertas
con tu hiriente aullido.
Es tu reflejo mondo y seco
quien grita, tras él un crío.
Pero la llama es humana
y los perros consienten. Como ella hizo.

*
La casa duerme, la uña es líquida.
La respiración vehemente camina.
Ofelia, en el árbol envilecido, mira.
La ventana es una boca abierta
como la del niño que la muerde.
Comienza la noche muerta,
las tejas se desploman en silencio,
El árbol se pudre y va cayendo.
El techo tífico se retuerce
y la luz muere poco a poco
en el torso, ahora de cieno.

Expiraciones (2 septiembre 2009)

¿Qué tiene esa altura del pensamiento, o qué le sobra? Si rumiando el verbo me lleva por un camino límpido que siendo mi cabeza yo no conocía.

*
Mientras procuro me descanso, y no veo aunque se puede sentir cómo se nubla el camino de ascenso.

*
Un eclipse del todo, de lo más claro y lo más confuso, como la ausencia de Sol y presencia de Luna, o ambas.

*
Hay quien se pierde y no reflexiona sobre su fruto, o se rinde y lo olvida; hay quien no llega siquiera.

*
Y Mientras tanto en lo más alto del camino esa fruta que es el tesoro que no se alcanza…

*
Tan estúpido como por qué la fresa tiene la cuadratura extinta…
Pero la fresa laureada se ríe y el filósofo se rinde, dormido…

***
¡Mierda! Amaneció y olvidé todo lo de anoche…

Invertidos triángulos

Invertidos triángulos de sombra amores que imantan iguales cobijan. Saqueadores a instantes por las pantallas de los móviles agujerean ...