De niño recuerdo catar las flores
pétalos fuera, lamía el pistilo
savia y saliva, sabía a vainilla
ya prohibido por la ciudad
el humo, pesticidas y orina
Todos los textos del blog son originales de Alejandro Soto Guerrero. Por favor, no los copies, robes o distribuyas sin el consentimiento.
sábado, 28 de abril de 2018
En el hospital de campaña
En el hospital de campaña
un batracio de hambre.
La cuna de cuerpo, invisible,
se mece a sí mismo al latir
y en las puertas esperan
por orden:
por orden:
Hambre, mujeres y hombres.
lunes, 23 de abril de 2018
Tú a mi lado y delante de mí
el picaporte más vivo que nunca se ha desnudado
lentamente, lo aprendió de ti.
lentamente, lo aprendió de ti.
Si sólo fue la gravedad
Tú no despiertes todavía.
El picaporte más vivo que se haya visto jamás
Fue el vestido con tu camisa de lino
Por su movimiento al caer y mi reacción para vestirlo.
Sagrada una y cien veces.
Me pide que me levante a menos que te hayas vuelto
Al hueco de mi brazo.
Entonces pomo desnudo ya somos tres
Entonces pomo desnudo ya somos tres
y el suelo no hiere tan sucio, es un lamento menor.
En el escusón de la puerta un espejo
donde rememoro.
Tu camisa cuelga aún y es el porno de la puerta
donde rememoro.
Tu camisa cuelga aún y es el porno de la puerta
en una mañana que se gasta con demasiada rapidez.
En la sutileza acompasada de dos al respirar
sobre el argán vetea con caricias
la intacta sábana fría
a la extensa sabana de su piel
cuando en mí sin rozarme me desmembra
un escalofrío dejándome la espina de calor
un escalofrío dejándome la espina de calor
que pierde el frío y me recorre sólo la contracción.
Tú no te hagas de día.
Tú no te hagas de día.
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